De la cesta de la compra e hipotecas, ¿se interesa alguien?

Paro gasto público

El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a subir los tipos de interés hasta el 4,25% lo que significa en román paladino que las hipotecas que suscriben los españoles tendrán que hacer frente de nuevo a un incremento brutal.

Está muy bien esto de lo de Puigdemont y demás corolarios patrios, pero voy al supermercado y observo al pueblo llano –será difícil que lo pueda percibir esto Sánchez arrebullinado en su mansión real- que mira hasta el último céntimo desechando alimentos caros, que hoy en día son casi todos. Podrán apabullar con sus macrocifras, sus estadísticas falseadas del paro, pero cada vez las colas del hambre son más alargadas y el desempleo juvenil más escandaloso. Sobre este tema de las cifras del desempleo hay una que destaca sobre todas las demás: el empleo público es el campeón sin parangón; escrito en lenguaje económico, lo que no crea tejido productivo, sino burocrático y funcionarial.

Durante los últimos años han ido in crescendo los impuestos (hasta 42 ha subido bajo el Gobierno Sánchez), la deuda que nos corresponde a cada contribuyente sobrepasa los 35.000 euros por cabeza y el gasto público está desbordado. España tendrá que afrontar en el próximo ejercicio fiscal unos recortes de más de 30.000 millones de euros, según exigencia de las autoridades comunitarias.

La economía, clave en la estabilidad económica de cualquier nación seria, no está bien y tengo para mí que el actual Gobierno no será capaz de mejorarla. Tampoco los cabezas de huevo del PP, teóricamente los mejor dotados técnicamente, no revelaron nada especialmente sensible y llamativo durante la reciente campaña electoral, nada comprometido, quizá para no pillarse los dedos, como le ocurrió al Gobierno del presidente Rajoy. Pero tampoco es eso.

Trabajo, rebaja de impuestos, menos deuda pública, servicios básicos asumibles, hipotecas razonables… Eso es hoy o debería ser la política con mayúsculas.

No quiero ser agorero, ni excesivamente pesimista, pero los datos son los datos, como las corrientes marinas son las corrientes marinas. Vean. Más de un millón y medio de ocupados no trabaja ni una sola hora a la semana (datos oficiales). ¿De qué presumes Yolanda?

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